COMPLETÓ 40 AÑOS COMO HERRADOR PARA DESPUÉS CONVERTIRSE EN CUIDADOR DE CABALLOS

• Es la trayectoria de Mario Vera Gutiérrez, quien tuvo que lamentar la pérdida de su esposa en un trágico accidente

Después de ejercer el oficio de herrador, Mario Vera Gutiérrez se convirtió en cuidador de caballos en el Valparaíso Sporting Club.

“Partí como herrador oficial del Hipódromo Chile y del Sporting; fui herrador particular y hoy que tengo 66 años de edad, me dedico a cuidar caballos. He tenido caballos buenos y trabajo con  el preparador Ximeno Urenda”, apuntó en primer término.

Comenzó en el herraje “porque un hermano desarrollaba ese oficio en el Hipódromo Chile. Aprendí ahí a su lado, estuve dos años con él y después me independicé. El herrador cumple una hermosa función, aparte de colocarle la herradura al caballo, hay que darle el aplomo, vaciarlo. He herrado caballos corraleros, caballos árabes. Estuve como cuarenta años como herrador”.

Ahora lleva unos 20 años como cuidador de caballos: “Yo trabajo en la hípica desde muy niño. Y gracias a las patas de los caballos tengo mis cosas como mi casita. Lástima que mi señora falleció a raíz de un accidente protagonizado por un camión tolva allá en Reñaca Alto. Eso ocurrió hace unos 14 años. Ahí quedé con mis tres hijos y todos son profesionales. El más chico es contador auditor, lo que me ha dejado muy contento porque ha sido un buen elemento. Yo les doy a mis hijos lo que ellos quieran. Teniendo plata yo les paso. Si les falta una lavadora, por ejemplo, les compro la lavadora. Me porto bien con ellos”.

Mario Vera quiere mucho su oficio: “Yo sigo trabajando en esto hasta que Dios quiera, porque si dejara de trabajar se me vendrían los años encima. Estoy feliz en esto”.