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  • Es la historia de Edison Estangas que también atendió en una pizzería y que se abocó solo a la hípica cuando llegaron su esposa e hijos

Un venezolano que no tenía idea de lo que era la hípica llegó hace un par de años a Viña del Mar e incursionó paralelamente, trabajando en una pizzería y como cuidador de caballos, quedándose con este último oficio, cuando llegaron su esposa e hijos.

Es la historia de Edison Estangas Blanco que llegó a Chile en el año 2018: “Yo no tenía vínculos con la hípica. Llegué aquí como todo inmigrante y la primera pega que conseguí, fue como cuidador de caballos y aquí me quedé. También trabajé en una pizzería porque yo estaba solo en ese momento. Desde que llegué a Chile me vine directamente a Viña del Mar”.

En marzo próximo cumple seis años de permanencia y en este tiempo siempre ha estado trabajando en el corral del preparador Wilfredo Mansilla.

“Después con el paso del tiempo traje a mi familia y solo me dediqué a ser cuidador. Hay que dedicarle más tiempo a la familia. Estoy con mi señora y los dos hijos. Ella también está trabajando en esta actividad ya que está en el Teletrak”, apuntó.

Recuerda de sus inicios en el Valparaíso Sporting Club que “me enseñaron primero a caminar con los caballos y a hacer las camas. Partí con un caballito mansito para cuidarlo. Hoy día tengo a “One Vision”, “Airon Black”, “Tremenda” y “Alviorek”.

En la fotografía aparece junto a “One Vision” saliendo a la pista.

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