CLAUDIO OLIVARES GALLEGUILLOS UN RELATOR DE CARRERAS QUE SE LUCE EN LAS TRANSMISIONES DEL VALPARAÍSO SPORTING CLUB

• A partir de 1995 se adueñó de los micrófonos llevando la fiel narración de las pruebas, siendo distinguido al cumplir 50 años como funcionario de este hipódromo

Llevar el relato fiel de las carreras del Valparaíso Sporting Club´, es una cualidad que pocos pueden lucir como Claudio Olivares Galleguillos, quien acaba de ser distinguido por sus cincuenta años como funcionario de este hipódromo viñamarino.

Su vida laboral ha estado ligada al Sporting: “Yo empecé a trabajar aquí en marzo del año 1973, en la parte administrativa de las apuestas mutuas. Primero, en las pizarras junto con mi tío Mario Galleguillos. Ahí anotábamos las cotizaciones. A nosotros nos cantaban la cantidad por teléfono. Ahí teníamos que exponer las famosas latitas. Esa era la misión. Después con los años los jefes me trasladaron a la parte interna a vender boletos. Luego pasé a tomador de ventas y más tarde a cálculo, donde está la acumulación de los boletos. Y el año 1979 pasé a ser locutor, dando los dividendos a ganador”.

Para Olivares fue una situación fortuita incursionar en el relato de las carreras a partir del año 1995: “Yo trabajaba en la partida en esos años. Nos cambiaron a todos, ya que pusieron a personal nuevo. Como no tenía otro trabajo, en ese tiempo hacia reemplazo a los locutores. Entonces los jefes me dijeron ¿te la puedes para relatar? ¿Eres capaz de relatar? ¡Por qué no!, dije. Mi hermano Mauricio ya estaba ya y trabajaba con mi primo Gabriel. El entró al Sporting cinco años después que yo”.

Olivares estaba muy familiarizado con este hipódromo: “Esta es una actividad que yo la conocía porque nuestra familia en aquellos años vivía aquí en el Sporting. Nacimos aquí y desde chico empezamos a escuchar los relatos por las personas que lo hacían. Por lo tanto, fue más fácil y como las casaquillas uno las ubicaba, no fue tan difícil. El nervio fue enfrentar el micrófono. Porque usted sabe que cuando el público escucha una voz nueva empiezan las silbatinas. Pero con el tiempo se fue dando. Uno se esfuerza más. Con los meses uno va adquiriendo experiencia, se va soltando más y es más expedito”.

De lo único que está seguro es que “seguiré en esto hasta que la memoria y la voz me acompañen”.