DANIEL LILLO LANZÓ EL LIBRO “CRÓNICAS DE UN ADUANERO” QUE EN UN AMENO ESTILO REPRODUCE SUS VIVENCIAS COMO UN FUNCIONARIO AGRADECIDO DEL SERVICIO Y QUE SUFRIÓ LOS RIGORES DE LA DICTADURA

• En 266 páginas se revelan anécdotas que mueven a la risa, curiosidades y los encuentros con Pinochet  

La Directora Nacional de Aduanas Alejandra Arriaza, la dirigente nacional de la Asociación de Funcionarios de Aduana, Tamara Contreras y el presidente regional del Colegio de Periodistas Nicolás Ramírez fueron los principales presentadores del libro “Crónicas de un aduanero” de Daniel Lillo Cuadra.

En su trayectoria Lillo ha desarrollado una prolífica producción y trabajo profesional como periodista, escritor, poeta y gremialista.

Su infancia y juventud transcurrió en La Serena y cuando quiso estudiar periodismo se trasladó a Valparaíso donde se desarrolló profesionalmente en esta profesión, las relaciones públicas, la gestión cultural, el turismo y la capacitación.

Como gremialista ha sido dirigente nacional de la Asociación de Funcionarios de Aduana de Chile y de la Federación de Trabajadores de Hacienda, presidente del Consejo Regional de Periodistas y presidente de la Corporación Cultural de la V Región.

Esta vez Lillo al lanzar esta publicación se enfocó específicamente en las historias desconocidas de la aduana chilena.

INGRESO A LA ADUANA

Su historia está reflejada cuando cuenta que “a poco de cumplir los 21 años, me encontraba estudiando la carrera de Periodismo en la sede porteña de la Universidad de Chile, cuando mi padre enfermó de gravedad, quien tras retirarse de la Armada ejerció libremente la medicina y con su enfermedad la situación económica familiar se complicó seriamente. Revisando la prensa a fines del año 1969 descubrí un llamado a concurso para oficiales administrativos en el Servicio de Aduanas. En ese entonces mi cuñado Hugo Fuentes Trejo, era un destacado vista de aduanas en Valparaíso y fue quien me convenció que la Aduana era un buen lugar para trabajar. Concursé y quedé seleccionado en el cuarto lugar de los muchos postulantes, pero el superintendente de Aduanas Alberto Líbano Meza, comentó “para qué quiere la Aduana periodistas”, desconociendo el alto puntaje logrado en el concurso público. Reclamé y el superintendente reconoció que estaba cometiendo una absurda discriminación y así pude ingresar como oficial en el entonces Resguardo Marítimo de la Aduana de Valparaíso”.

A fin de poder completar los estudios de periodismo solicitó cumplir turnos nocturnos desde 8 de la noche hasta las 8 de la mañana.

De esta forma, Lillo cuenta su trayectoria como funcionario y dirigente, completando además sus estudios de periodismo.

Pero como esta obra versa sobre su experiencia aduanera, hace referencia a numerosas anécdotas que el mismo vivió o recogió, muchas muy sabrosas y que llegan a provocar risa.

También están destacadas las labores que cumplió como funcionario y en especial como dirigente de los trabajadores de Aduana sufriendo los rigores de la dictadura de Pinochet, como asimismo el despido del servicio y posterior retorno.

Gonzalo Gutiérrez y Daniel Lillo

Las anécdotas son muchas y variadas donde queda reflejada la perfecta combinación, porque su mirada periodística le permitió recoger muchos antecedentes, algunos curiosos, otros graciosos, todos relacionados con la labor funcionaria, lo que plasmó en su libro de 266 páginas cargadas de realismo y entusiasmo de haber llegado a ser presidente nacional de la organización.

Manuel Tobar, presidente del CER y Daniel Lillo

MANUEL TOBAR LEIVA

El Presidente del Centro de Estudios de la Región de Valparaíso, Manuel Tobar Leiva que estuvo presente en el lanzamiento del libro de Daniel Lillo expresó “su complacencia por este logro, que enriquece el conocimiento y la cultura de un servicio de la administración pública tan antiguo como es la aduana chilena”.

 “Me recuerdo que lo conocí por los años 76/77 cuando constituimos la Comisión de Derechos Juveniles en plena dictadura. El integró esa instancia de promoción y defensa de los derechos humanos. Había que tener coraje para enfrentar la represión de ese tiempo. Es un hombre multifacético, como periodista ha estado en la pista de las letras, pero también en la radio Lacorde donde su voz suena con interesantes entrevistas de variados temas. En fin, podemos afirmar que Daniel Lillo es una personalidad del mundo de la cultura y del servicio público que le agrega valor al desarrollo de nuestra región, lo cual se agradece”, concluyó.