MODESTO COMERCIANTE FUE ASALTADO EN LAS PUERTAS DE SU CASA POR DELINCUENTES QUE ESTABAN DATEADOS DE QUE HABÍA RETIRADO 800 MIL PESOS DE UNA ENTIDAD BANCARIA

• De los cinco asaltantes al menos tres eran venezolanos y tanto Esteban Garrido como su señora fueron amenazados con una pistola si no entregaba la plata

Cinco encapuchados, uno de ellos con una pistola, llegaron hasta las puertas de la casa donde vive el comerciante Esteban René Garrido Echeverría, en calle Caldera del Cerro Recreo, para arrebatarle la plata que había sacado del banco, además del dinero que obtuvo de la actividad ejercida durante el día.

Garrido, que trabaja en la calle Uruguay, donde junto a un grupo de comerciantes se instaló hace varios años con unos carros amarillos, se dirigió en la tarde del lunes 24 al Banco Estado de la misma calle, para retirar alrededor de 800 mil pesos, a fin de pagar diversos compromisos.

En su camioneta, como lo hace todos los días se dirigió a su hogar donde procedió a estacionar su vehículo en las puertas de su casa. Su señora lo recibió y él le pasó las llaves de la camioneta para que las guardara mientras se preparaba para descender.

Fue en ese momento cuando llegaron corriendo cinco delincuentes, todos encapuchados, sacando uno de ellos una pistola, apuntando primero a la mujer que estaba en la puerta y después giró en dirección de Garrido para exigirle que entregara la plata.

En ese instante la señora escapó y cerró la puerta, mientras su marido era apuntado con el arma de fuego de nueve milímetros y a grito pelado le exigían “la plata”, “la plata”. Como estaba sentado al volante con los vidrios abajo, los delincuentes lo atenazaron por los dos lados, mientras que el portador de la pistola le apuntaba llegando a sentirse un “click” sin que saliera la bala.

Garrido dijo que en su puesto de trabajo de Uruguay con Independencia frente a la Plaza O’Higgins donde vende artículos eléctricos, cables, etc., tiene a dos venezolanos como sus empleados.

Como conoce bien ese acento, se dio cuenta de que al menos tres sujetos que participaron en el atraco son de esa nacionalidad.

El asalto duró unos tres minutos y Garrido como pudo abrió la puerta del vehículo para bajarse, cayendo desplomado en la vereda frente a la puerta de su casa, mientras se formaba un charco de sangre.

Su esposa salió a socorrer a su marido luego de que los delincuentes huyeran. El cuerpo estaba completamente ensangrentado. Ella pensó que lo habían muerto.

Con la ayuda de unos vecinos lograron subirlo a un vehículo para llevarlo a la Asistencia Pública de la Hospital Carlos van Buren, donde se le diagnosticaron diversas lesiones en el cuerpo con el agravante de que había perdido bastante sangre, lo que determinó que debía guardar reposo y hacerse diversos exámenes sanguíneos.

Él trabaja con dos venezolanos y reconoce por la voz de sus empleados, que los asaltantes en su mayoría eran de esa nacionalidad.

Ahora que guarda reposo, reclama por el abuso cometido contra una persona de 71 años, que vive del trabajo diario y que no ha podido volver a las faenas desde que fue agredido.

Asegura que los delincuentes estaban dateados para cometer este atraco, ya que sabían lo que había retirado y lo siguieron hasta su hogar.

En tanto su esposa reclama por combatir a fondo la delincuencia y prepara alguna forma de protesta para que las autoridades tomen cartas en el asunto, porque la situación se ha tornado grave e insegura.