VALPARAÍSO HA AVANZADO MUY POCO EN SALUD Y CALIDAD DE VIDA

• Nota de Eliseo Morales Henríquez aparecida en la publicación “La vida es bella” del Club de Adultos Mayores de Valparaíso

Don Jorge Castillo, pese su edad, más de 60 años, no recibe la atención que a esta edad debiera por reglamento, derechos del adulto mayor y responsabilidad del etado, por lo que nuestra organización de Adultos Mayores de Valparaíso: La Vida es Bella, apelamos a la justicia social para avanzar en calidad de vida en cuanto a salud en general y en particular, cuando de adultos mayores se refiere. 

Es bueno conocer las falencias de la salud de manera directa y graficarla tal como es. Para nadie es extraño y de pleno conocimiento que en nuestro país, Chile, existen dos modalidades de salud: una para personas adineradas y la otra para quienes sólo cuentan con sus enfermedades y la esperanza de estar sanos algún día.

En esta ocasión vamos a referirnos al caso de don Jorge Castillo, vecino del barrio popular de Rodelillo, que desde su juventud ha estado aquejado de una serie de anomalías, las que han hecho de su salud una verdadera tortura. Tiene problemas al corazón, al estómago, presión arterial, diabetes crónica y paremos de contar. Pese a todo esto es tratado como si de un simple resfriado se tratase. En todo caso es un claro ejemplo o radiografía de nuestra salud a nivel popular. Y para más remate, don Jorge sufre de obesidad mórbida, lo que le dificulta moverse libremente por la vida.

El Consultorio (CESFAM), por cuestiones de burocracia se atrasa días en entregarle sus medicamentos; la visita domiciliaria la realizan una sola vez al año y cada vez que debe movilizarse para ir a un hospital o simplemente, cuando debe ir de urgencia para dejarse ver por un médico, los centros hospitalarios y de salud en general, no cuentan con ambulancias que puedan trasladar al paciente. Los pocos vehículos que existen para las emergencias concurren en busca de las y los enfermos como en un juego de lotería, o sea a la suerte.

Imagínense ustedes en las condiciones socio económicas en que se encuentra nuestro personaje, que malvive con una miserable pensión asistencial, que con este dinero debe comer, vestirse, pagar gastos generales de su vivienda, etc… ¿Tendrá derecho alguna vez a una salud justa que mitigue sus dolencias físicas?

Por último, nuestro amigo don Jorge, depende de una máquina ventilador respiratorio fijo, lo que dificulta su traslado en un vehículo particular, por lo que debiera sanidad proporcionar el medio de transporte que cuente con este implemento tan necesario para el paciente.