COMUNIDAD DE LA ESCUELA GRAN BRETAÑA INTERPONE RECURSO DE PROTECCIÓN PARA IMPEDIR LA SEPARACIÓN DE LOS ESTUDIANTES EN DOS ESTABLECIMIENTOS

• Por tratarse de niños y niñas en situación de discapacidad que requieren de tratamientos especiales

Los padres, madres y apoderados de la Escuela Gran Bretaña llegaron hasta la Corte de Apelaciones de Valparaíso para interponer un recurso de protección a fin de impedir que los estudiantes sean distribuidos en dos planteles en la comuna, muy distantes entre ellas.

El abogado Leonardo Contreras explicó la acción: “Se presentó un recurso de protección en favor de la Escuela Gran Bretaña de Valparaíso, que tiene más de cincuenta años de tradición por la decisión informal y arbitraria del Servicio Local de Educación –como sostenedor del establecimiento- de abrir un anexo para recibir a cursos del establecimiento, en un lugar distinto al que funciona hoy día, que es un apartado de la Escuela Uruguay hacia lo que es el Liceo Técnico Profesional Barón”.

En primer lugar se cuenta la historia de la escuela “señalando que hay una irregularidad y una arbitrariedad en la decisión del sostenedor, en orden a que no se cumplen los requisitos establecidos por la normativa que regula el funcionamiento de los establecimientos educacionales, que tiene que cumplir con las condiciones mínimas de funcionamiento. Hoy día las instalaciones que se les han ofrecido a la Escuela Gran Bretaña para funcionar en el Liceo Barón no cumple con los requisitos mínimos, tomando en consideración la particularidad de los alumnos de esta escuela que son niñas, niños, adolescentes y jóvenes en situación de discapacidad, que por un lado requieren de instalaciones especiales que aseguren su integridad física, síquica y su salud, cuestión que no se cumple en el Liceo Barón, que está a muy maltraer, que no ha tenido mantenciones, que tiene roturas de techos, que presenta humedad en sus paredes, filtraciones, etc., y que tampoco cuenta con las medidas de contención en el caso de descompensación de los jóvenes”.

“Por lo tanto, agregó el profesional, se presenta el recursos de protección porque se está vulnerando la integridad física de los jóvenes pero también la libertad de los padres y madres y apoderados porque el año escolar se inicia en marzo. Y esto es una modificación al proyecto educativo en cuanto a la infraestructura. Los apoderados matricularon a sus alumnos el año pasado para un local que está en la calle Eloy Alfaro, que cuenta con determinadas características, que tiene una accesibilidad especial y no para el local que está ubicado en la calle González s/n en el cerro Barón, que no cuenta con las condiciones y accesibilidad que requieren los miembros de la comunidad educativa, de modo que se están vulnerando no solo los derechos de los niños sino la libertad de enseñanza con que cuentan los padres”.

DIRIGENTA

Margory Lobos representante del Centro de Padres y Apoderados del plantel dijo que “la petición de nosotros es que la Escuela Uruguay nos autorice a ocupar algunos espacios que ellos tienen desocupados para poder funcionar este año, ya que en el lugar que estamos es estrecho. Estas escuelas están al lado. Entonces no sería tan grave la división de nuestros niños. Quedaríamos ahí mismo, hasta conseguir la solución concreta,  ya que ahora en marzo se va a hacer una mesa de trabajo con el seremi de Bienes Nacionales, el alcalde y otras autoridades para buscar un lugar definitivo para nosotros. Entonces así no sería tan grave la división de nosotros. Estamos ahí mismo, es a un paso, es bajar un par de peldaños y ocupar un espacio que en estos momentos ellos no están ocupando. Sería un par de años, máximo dos”.

Este plantel acoge a más de 180 alumnos.