LEANDRO ARAYA GANÓ SU PRIMERA CARRERA COMO JINETE PROFESIONAL SIENDO BAUTIZADO CON AGUA BARROSA QUE FUE DESCARGADA EN SU CABEZA

• La más emocionada era su tía Liliana Castillo que lo crió desde muy chico mientras él decía: “Estoy más contento que la cresta… Estoy muy emocionado”

Leandro Araya Jorquera ganó su primera carrera como profesional montando a León Felipe en la sexta prueba del Valparaíso Sporting Club, siendo bautizado como jinete profesional, con una descarga de agua barrosa contenida en un balde que cayó sobre su cuerpo y que lo bañó de mugre totalmente.

Se mostró feliz de dar este paso: “Esperaba todo esta vez. Estaba viendo los videos el otro día y como era pista de arena, me dije como todos se iban a abrir, voy a esperar la caída por dentro y voy a pasar por ahí. Esperé la caída por dentro y se dio la carrera como yo esperaba”.

Mientras veía por uno de los monitores la repetición de la carrera soportando el olor del lodo sobre su cabeza expresó con gran entusiasmo: “Estoy más contento que la cresta… Estoy muy emocionado”.

Tiene 24 años y lleva trabajando seis años en la hípica pero recién obtuvo la patente de jinete: “Mi papá era jinete. Mi mamá no me quería dejar que fuera jinete y aquí estamos. Mi mamá me exigió que sacara un título profesional y lo logré. Soy técnico en actividad física y deporte y así mi mamá me dejó correr”.

LA EMOCION DE LA TÍA

Una de las personas más felices que disfrutó de esta victoria fue la tía abuela del jinete Liliana Castillo que se vio emocionada y contó la historia familiar: “Él es hijo de un jinete Roberto Araya. Viene de familia hípica, de mi padre Rafael Castillo Vidal, de un hermano fallecido que lo dieron vuelta en carrera Manuel Castillo, somos de familia hípica. Jorge Castillo, Rafael Castillo Jorquera pero no corrió mucho, fue Jorge más que nada José Rafael Castillo, Manuel Castillo, sus tíos Cristián Castillo que también corrió, o sea, primos, hermanos de Víctor Brachetti y la familia hípica viene en la sangre y la traía bien puesta. El añoraba correr y salió con su triunfo y con todas las bendiciones de Dios”.

“Yo me emociono –agregó- porque lo conozco cuando era un bebé, es un hijo por un  año. Entonces para mi es una felicidad grande. Yo no quería venir, estaba entre venir y no venir. Yo dije Dios mío ilumíname y me iluminó el camino y acá estamos y vine sola. Acá me encontré con mi sobrina, está su madre que es Carmen Jorquera, su padre Roberto Araya, su abuela a la que le dicen Yayo es su abuela materna que está muy emocionada. Están sus tíos. Es una familia hípica tremenda por el lado de su padre, es algo emocionante y muy lindo ver la carrera. Yo fui a jugarme, subí y no lo miraba y cuando de repente veo el 3 fue tanta la emoción que mi sobrina me dice “pareces loca” le dije, déjame ser loca antes de no gritar el triunfo porque es emocionante para uno como persona, que hemos vivido esto y uno lo lleva en la sangre. Incluso yo también iba a ser jocketa pero por las cosas de la vida, porque siempre hay maldad, pero bueno, por ahora lo dejamos de lado. Sí, me gustaron los caballos. Y ahora igual estoy ligada a la hípica, mis hermanos cuidando caballos. José Rafael y Manuel Castillo están de cuidadores todos y yo de pareja con el preparador Braulio Gómez.