LA ESCALA OLIVEIRA BRAGA ESTÁ EN EL MÁS COMPLETO ABANDONO Y AHORA PERNOCTAN PERSONAS QUE DEFECAN, ORINAN Y HASTA PRENDEN FUEGO

• Hoy ya no se barre ni menos se lava como ocurría en la administración municipal anterior denuncia el vecindario

La Escala Oliveira Braga, por la cual se accede a Caleta Abarca en Recreo, ha quedado en el más completo abandono, donde es posible observar que en la actualidad ha servido para que allí pernocten, ya sea indigentes o sujetos que la noche lo pasan simplemente en la calle, quedando una huella de restos de cartones, ropas húmedas, botellas de licor, latas de jurel, malos olores y hasta ollas, ya que han prendido hasta fuego en el lugar con el riesgo de propagarse un incendio al vecindario.

Uno de los vecinos residentes del sector que debe soportar estos olores nauseabundos y bullicios, Sergio Campos Dietert comentó lo siguiente: “En la administración municipal anterior, esta escalera era barrida dos veces por semana y lavada una por semana. Desde hace unos meses, el lavado nunca más se vio y la barrida aparece en forma, que una semana sí y otra no, pero los que vienen, barren recogiendo algo por aquí y por allá y nunca toda la escalera. Por desgracia al tener una botillería a pasos, hace que esta se use para todo. Carabineros con suerte llega, porque siempre que uno los llama dicen: «Estamos en un procedimiento y de ahí vamos», pero casi nunca sucede”.

Recordemos que esta escala alcanzó su mayor protagonismo cuando fue denominada la “Escala del sexo”, ya que tanto jóvenes como adultos embriagados o drogados, ocupaban los distintos espacios que ofrece este acceso para practicar el amor, reírse a todo volumen y a veces gritar, cuando más de alguien escapaba de los asedios de otros que llegaban a delinquir.

La suciedad se ha apoderado de esta escala desde hace muchos años y nunca la autoridad comunal ha adoptado una política severa de limpieza y de control, para evitar los accesos, considerando que está a pasos de Caleta Abarca.

Este libertinaje ha permitido que ahora se usen algunos espacios para que personas de la calle se instalen con cartones, frazadas y ropas, y luego dejar todo abandonado apenas llega la mañana. Por supuesto que allí quedan las muestras de haber defecado y orinado, lo que obliga a los vecinos más cercanos a lanzar agua para despejar el área y atenuar los malos olores.