CUANDO DEJÓ DE ESTUDIAR SU PADRE OBLIGÓ A ALEXIS MORALES A TRABAJAR, OPTANDO POR SER JINETE

• Se siente física y emocionalmente bien a sus 47 años de edad

“Todo partió cuando dejé de estudiar y mi papá me dijo que tenía que trabajar no más. Eso fue todo… Dejé de estudiar y me dijo, ‘tenís que trabajar. Una de dos’. Y llegué a trabajar. Bueno, y estamos trabajando. Yo preferí trabajar porque no tenía mucha cabeza para el estudio”, reconoció el jinete Alexis Morales Orellana quien se vinculó con esta actividad desde muy pequeño.

A los 13 años comenzó a familiarizarse con los caballos “porque mi papá es aficionado a la hípica y yo soy el único de la familia que está vinculado directamente con esta actividad. Hoy día ya tengo 47 años y me siento muy física y emocionalmente”.

“Todos empezamos como cuidadores –agregó-. Primero, aprender a limpiar un caballo; está la posibilidad de cuidarlo; hacerse cargo de un animal y así sucesivamente. Todo se va aprendiendo con el transcurso del tiempo, de los años. Después aprendí a galopar, luego se aprende a galopar en silla, a trabajar y se va conociendo a los animales que te enseñan cada día. El animal es muy inteligente”.

Cuando Morales se inició no había escuela para jinetes, ya que los preparadores daban la firma para ingresar a esta profesión.

Corrió en Santiago y después hizo un amplio recorrido por el país: “Decidí probar suerte en provincias, estuve en Antofagasta, Peñuelas, Punta Arenas y ahora en Viña, que me ha acogido bien”.

Casado con hijos y nietos se siente feliz de ejercer su profesión superando con éxito los riesgos: “Acabo de rodar, venia en la uno y me caí. Se me fue de punta en el partidor; perdí el equilibrio. El caballo se va de punta con la fuerza que saltan; te pegan el tirón hacia adelante, y a veces es difícil quedarse arriba. No me pasó nada, usted me ve estoy bien y sigo corriendo. Así es esta profesión”, a propósito de lo que le ocurrió en la octava carrera del pasado miércoles, en el Sporting cuando montaba a “Joven Sanchis”.