MIGUEL LORCA SEVERINO ES UN HINCHA DE MAGALLANES QUE ES DUEÑO DE CABALLOS DE CARRERA Y QUE JUGÓ POR EVERTON AL LADO DE RENÉ ORLANDO MELÉNDEZ

• Con su hija y nietas recorre los hipódromos y estadios del país siguiendo a los caballos del stud “Pajaritos” y al club albiceleste

Luciendo los colores del Club de Deportes Magallanes y la correspondiente insignia, llegó hasta el Valparaíso Sporting Club de Viña del Mar, Miguel Lorca Severino, quien junto a su familia disfruta de la hípica y del fútbol por una tradición familiar.

“Soy hincha de Magallanes desde que nací. Mis tíos y mis primos jugaron en Magallanes. Demetrio Lorca y Cloromil Lorca, que son mis tíos, y Roberto Lorca que es mi papá, que en paz descanse. Además mi primo Juan de Dios Cuevas fue un lateral muy bueno”, explicó muy entusiasta.

“Yo he sido toda mi vida magallánico y gracias a Dios tuve los colores albicelestes de Magallanes, que es la camiseta de mi stud  que se llama Pajaritos, porque yo nací en Maipú. Me crié allí en el fundo Pajaritos y por eso le puse el stud Pajaritos. Tuve varios caballos, en especial una yegüita muy buena, con el finado Wilson Robles que se llamaba “La Fonda” que ganó entre doce y trece carreras. Tengo a mi hermano Roberto Lorca que fue preparador. Ganó hartas carreras no solo en Chile sino que también en el extranjero”, puntualizó sobre su vinculación con la hípica.

Se siente “feliz de compartir con mi hija, mis nietas y todos los que me rodean. Nosotros llegamos al Sporting desde Santiago a ver los caballos nuestros. Aprovecho de saludar al preparador Enrique Lagunas que fue un profesional de excelencia”.

Con toda su familia acompaña a Magallanes y a los caballos de carrera: “Siempre he seguido al club donde juega con mis hijas y mis nietas. A dónde va el equipo, allá vamos nosotros. Estoy integrado junto a la Bandita de Magallanes. Gracias a Dios los otros días, en un domingo me encontré con unos jugadores antiguos de Magallanes. Con Benedicto Pereira, un brasileño grande; Julio Suazo, un excelente jugador; con “El mortero” Aravena. A toda esa gente no hay como pagarle”.

Es un magallánico de toda la vida y su familia está integrada a la hípica y al fútbol disfrutando de estas actividades: “Tengo 82 años de edad y todavía me dan ganas de jugar a la pelota. Jugué por Magallanes y aunque usted no lo crea, también vestí los colores de Everton cuando existía la Cuarta Especial. Jugué en los tiempos en que el estadio Sausalito se llamaba El Tranque. Muchos me rebaten que no se llamaba El Tranque, pero ahora lo confirmo con usted y por eso es que he ganado muchas apuestas. Porque hay que recordar que cuando Viña del Mar fue sede para el Mundial de Fútbol de 1962 cuando jugó aquí Brasil, le cambiaron el nombre al estadio”.

Recordó que “jugué en esos años con un paraguayo que Everton tenía, que se llamaba Máximo Rolón. Era un jugador de primera, era otra cosa. Yo jugué con él porque me pidieron, ya que antes no habían cambios. Se entraba con los once jugadores a la cancha y no había cambios y me pidieron de la cuarta especial de Everton. Vinimos dos para acá. Me dijeron que iba entrar un ratito cuando estaban probando a los jugadores en el entrenamiento, pero del ratito pasaron 40 minutos. Así que cuando llegó el partido oficial jugué al lado de Rolón, que era una excelente persona. Ahí conocí a don Raúl Sánchez, un jugadorazo y ahí conocí también a un 9 que tuvo el Everton nada menos que Raúl Orlando Meléndez con quien jugué”.