EL PREPARADOR WILFREDO MANCILLA DÍAZ TRABAJA EN EL CORRAL VIÑAMARINO CON SUS DOS HIJOS

• Hace dos semanas el profesional debió lamentar la muerte de su padre Sergio Mancilla Arévalo que se desempeñó como capataz

El preparador Wilfredo Mancilla Díaz es hijo del capataz Sergio Mancilla Arévalo, quien falleció hace un par de semanas y hoy día trabaja en su corral con sus dos hijos que desempeñan distintas funciones.

Recuerda que desde muy niño se inició en la hípica viñamarina: “Fui primero cuidador, después capataz y más tarde preparador”.

A sus 55 años de edad precisó que “llevo aproximadamente alrededor de doce años como preparador. Mi trayectoria la considero aceptable; he ido creciendo; ha sido una etapa bien productiva estos últimos años. Uno siempre pretende seguir avanzando, ganar carreras más importantes y consolidarse. En realidad me faltan las carreras importantes, faltan caballos importantes. Para llegar a eso hay que tener más competitividad, propietarios que inviertan más dinero, paciencia y hacer bien las cosas”.

Ha tenido caballos propios, pero en estos momentos no ha invertido.

Mancilla manifestó que hay interés por trabajar en la hípica: “Aquí siempre va llegando gente. Los chiquititos, los jóvenes quieren ser jinetes; otras personas quieren ser cuidadores y una vez involucrados en la actividad después van creciendo”.

Está feliz de trabajar en familia: “Tengo dos hijos que están trabajando conmigo en el corral. Matías está encargado de las comidas, de la alimentación de los animales y Francisco es el capataz. Ellos trabajan en el corral y yo los días de carreras trabajo acá. En la semana trabajamos todos juntos preparando los animalitos”.