400 HABITANTES DE LA PORTEÑA EN RODELILLO VIVEN AISLADOS Y ESPERAN DESDE HACE VARIOS AÑOS QUE LES CONSTRUYAN UN CAMINO DE ACCESO

• Las personas discapacitadas, los no videntes, dializados y enfermos sufren cuando tienen que caminar largas distancias para tomar locomoción

Los cuatrocientos habitantes que han formado el Comité Fe y Esperanza La Porteña de Rodelillo, esperan desde hace varios años que les construyan un camino para acceder a la locomoción colectiva.

La presidenta de esta organización Luisa Silva, siente el dolor de aquellas personas que toda su vida han estado aisladas: “Está el caso de un caballero de 89 años que es no vidente, el de una joven discapacitada y el de otra persona que padece de un cáncer. Tenemos a una señora que debe dializarse cada dos o tres días y el de una niña enyesada de 12 años, todas impedidas de movilizarse. Todas ellas tienen dificultades para salir a tomar una micro ya que deben caminar largas distancias. Lo peor es que cuando llega la ambulancia por una emergencia, los enfermeros no pueden llevarse a las personas porque no hay accesos o simplemente no ingresan. Así estamos de olvidados”.

Este es el dolor de Luisa Silva quien está agradecida de que Eugenio Trincado, cuando fue concejal, logró que el comité tuviera personalidad jurídica para postular con legalidad a los proyectos de adelanto que no se han dado.

Aunque tienen agua potable y luz eléctrica, lo que más los apura es poder salir por un camino a la calle principal, lo que hoy es imposible ya que viven aislados y alejados de las rutas principales, cubriendo largas distancias a pie que se hacen difíciles para los discapacitados y enfermos, sobre todo cuando llueve.

Ella lleva viviendo ahí 22 años, pero hay personas que completaron más de 40 “Como somos pobres nadie nos atiende, a pesar de que siempre estamos realizando gestiones para que nos construyan el camino, pero nadie nos escucha ni atiende”.

A pesar de esta dura realidad, la dirigente sigue empeñada en lograr que se construya esa ruta de acceso para que puedan vivir como el resto de los porteños “porque nosotros tenemos todo en regla, tenemos los títulos de dominio y vivimos en la legalidad”.