MOISÉS DONOSO ES UN JINETE QUE HA RECORRIDO LOS HIPÓDROMOS DEL PAÍS Y QUE HOY SE HA ESTABILIZADO EN EL SPORTING

• Tiene una particular relación con los caballos desde que era cuidador

El jinete Moisés Abraham Donoso Morales, de 30 años de edad, ha recorrido todos los hipódromos del país hasta afincarse en el Valparaíso Sporting Club.

El mismo cuenta su historia: “Desde chico he querido ser jinete. Pero un tiempo me fui para Antofagasta y ahí me inicié. Me fui solo en el sentido de la hípica. Igual tenía familiares allá pero me fui solo. Allá partí como jinete, me dieron la patente. Pude correr poquitos meses y gané como cuatro carreras”.

Después dejó de correr y como echaba de menos a la familia “volví a Viña del Mar. Igual me costaba un poco el peso y cuando uno está solo, igual las cosas se hacen más difíciles y por eso me volví a Viña. Allá estuvo el 2010 y el 2011. Volví a Viña de nuevo junto a mi familia. Empecé a cuidar caballos. Retomé la poncha, que es un dicho hípico, que se aplica cuando uno vuelve a la actividad donde uno empezó en su vida. Empecé a cuidar caballos, después a amansar. Me gustaba enseñarles a los caballos. Me gusta comprenderlos, aunque ellos no hablan pero uno los entiende. El solo hecho de que uno los vea en la mañana y ver cómo el caballo te recibe a ti y uno al tiro nota si está feliz o enojado, o algo tiene. Eso me fue gustando y con mi papi hicimos una dupla y estuvimos amansando por uno o dos años y después de esos dos años empecé a agarrar de nuevo el bichito”.

SE FUE A CONCEPCIÓN

Donoso reconoce que influyó una persona en sus decisiones: “Un  amigo mío, Iván Vargas me puso el caballo al lado porque me costaba trotar. Me costaba cuidarme en la comida. Y empecé a trabajar mi mente, porque si tú puedes lo vas a lograr me decía, hasta que tomé la decisión de volver a correr, pero me fui a Concepción, porque a esa altura ya habían cerrado el hipódromo de Antofagasta. Aquí estuve el 2012, 2013, 2014, 2015 y el 2016 retomé y quise volver a correr y ahí me fui a Concepción. Allá tuve que esperar unos meses y hacer todo de nuevo. Empecé como cuidador. Porque las reglas de Viña son diferentes a las de allá, porque es un hipódromo individual. Aquí corresponde a los hipódromos centrales  Cada cual con sus reglas y a fines del 2016 volví a correr. Allá estuve hasta el año 2020 y como tres años corriendo. Y logré las sesenta carreras para ser jinete de primera categoría. Allá lo logré en Concepción”.

Con esa marca volvió a Viña del Mar sirviéndole para correr en los tres hipódromos centrales. Se ha estabilizado a partir del 2020-2021 “y la patente me la dieron en junio del año pasado. Cumplí un año en los hipódromos. El año pasado gané 33 carreras y ahora llevo 22. Peso entre 54 y 55 kilos, pero si me gusta un caballo me apretó y hago los 53”.

Vive feliz en Vila del Mar junto a su pareja que conoció en Concepción. El papá de ella tenía caballos y ahí nos conocimos. Llevamos cuatro años, ella me siguió y eso se agradece. Aprovecho de enviarle un cariñoso saludo a mis suegros Carlos Saldaña y Deborah Alvarez”.