“CON EL CIERRE DE LA REFINERÍA SE AVECINA UN PROBLEMA SOCIAL Y ECONÓMICO MUY GRAVE”

• Expresó la concejala de Puchuncaví, Erika Galarce que nunca en su vida ha sentido los efectos de la contaminación atmosférica

“Nunca yo, que he nacido acá, ni mi familia, ni mis hijos y tampoco mis compañeros de curso y de trabajo, hemos sufrido alguna vez los efectos de la contaminación atmosférica”, señaló la concejala de Puchuncaví, Erika Galarce Meléndez.

Rechaza de plano el cierre de la Refinería de Ventanas, ya que estima que se han cometido muchos errores, partiendo por el anuncio de poner fin a las operaciones sin anunciarse paralelamente un plan de transición socio económico, porque solo se habla de los trabajadores que laboran directamente en la empresa y no de toda la otra gente que ofrece servicios y que quedarán cesantes: “Se avecina un tema social grave como es la cesantía. Hay una cadena de servicios de quienes trabajan en buses, colectivos, servicios, situación que recaerá en nuestro municipio que es pobre. No somos como Zapallar que es una comuna rica en recursos. En nuestro municipio hoy día hay cien familias que piden ayuda”.

Dice que hay manejos políticos en esta operación y que hay un sector de la ciudadanía que le ha sacado provecho económico a la situación.

La concejala del PPDF no cree en los planes de capacitación recordando otros episodios en el país “en que se convirtieron a los trabajadores en peluqueros y pescadores, porque no hay un plan definido. Ni tampoco existen planes Pro Empleo

La historia de esta zona refleja una falta de fiscalización y esa es una deuda del estado.

Valoró el esfuerzo de Codelco por crear planteles politécnicos en Ventanas y Puchuncaví, lo que refleja su arraigo con la zona.

Lo extraño para la concejala es que “la empresa llegó cuando estaba todo limpio. Y ahora que está con el daño se va y nos dejan un tremendo problema”.