EL ROL CLAVE QUE JUEGA EL CAMARÓGRAFO FERNANDO BAEZA CUANDO CAPTA LA LLEGADA A LA META DE LOS CABALLOS QUE PARTICIPAN EN LAS CARRERAS DEL SPORTING

• Desde el año 2015 que trabaja en el canal de televisión que transmite las carreras del hipódromo viñamarino

El camarógrafo Fernando Alberto Baeza Leiva juega un rol clave en las transmisiones televisivas del Valparaíso Sporting Club, ya que está ubicado en un lugar estratégico, protegido por una reja, para captar desde las tribunas, el momento preciso en que los caballos llegan a la meta.

“Esta es una de las tomas principales porque yo debo seguir a los caballos cuando en plena carrera se acercan entre los 400 y 200 metros hasta la meta, donde están los espejos. Entonces yo los tomo a esa distancia y después se emite una repetición que es capturada por otras cámaras que están incorporadas a la red de televisión”, explica la misión que debe cumplir.

Su tarea prosigue tras cruzar la meta los caballos, de acuerdo a lo que señala Baeza Leiva: “En ese transcurso yo debo esperar al caballo ganador hasta cuando se viene a tomar la fotografía, donde se instala el ejemplar con su jinete junto al propietario, el dueño y los cuidadores del ejemplar”.

Pero también asume otras labores: “Al inicio de la carrera yo debo acompañar el paseo de los caballos, mientras que en la troya hay una cámara robótica que la controlan desde el set de televisión”.

El canal de televisión dispone de un sistema de cámaras modernas y seguras para la captación y emisión de la señal.

“Cuando hay reclamos al primer lugar, yo debo estar atento mientras los caballos se pasean, hasta que se dice quien ganó, por si hay distanciamiento o se paga definitivamente. Yo me fijo en el señor que coloca los cartones con los números de los caballos que figuran en tabla”, agrega mientras que desde la central de televisión lo pinchan a este camarógrafo que muestra al caballo ganador.

Baeza trabaja desde el año 2015 en el Sporting, cumpliendo esta misión los días de carreras en este hipódromo que son todos los miércoles y ocasionalmente algún lunes o domingo.

Como él está instalado en las gradas, a una altura apreciable debe soportar el griterío que se produce cuando los aficionados gritan y emiten diversos estímulos para que el caballo al que apostaron llegue primero a la meta.