TENIENDO A SU PADRE Y A SU HERMANO COMO JINETES, GLENN VERGARA PREFIRIÓ SER CUIDADOR DE CABALLOS

• Obtuvo esa patente cuando trabajaba con el preparador Delfín López

Siendo hijo de jinete, Glenn Vergara Sánchez, además de tener una larga parentela ligada a la hípica, siempre quiso ser cuidador de caballos.

“Yo me inicié aproximadamente a los catorce años. Mi papá, Antonio Vergara, era jinete, que hoy no está en esta actividad. También tengo a otras personas vinculadas a la hípica. Mi tío abuelo Sergio Vera, mi primo por parte de papá Néstor Vera, Freddy Vera, mi hermano Danilo Vergara que fue jinete en Antofagasta. Usted ve, yo soy de familia hípica. Pero yo solo he sido cuidador de caballos y fui capataz dos veces con Oscar Silva y Patricio Saavedra” comienza a relatar su historia.

“Actualmente soy cuidador de la yegua “Soul Queen” que ganó un clásico en diciembre del año pasado. He tenido suerte, llegué a cuidar un caballo que tenía tres años que era un ejemplar del corral de Rodrigo Sánchez. Con el me gané un clásico y después se lo llevaron a Santiago donde siguió su carrera y llegó a ser récord de premios en Chile. Ese es el mejor ejemplar que he cuidado en mi vida”, expresa con orgullo Glenn Vergara.

Recuerda de sus inicios que “aprendí en el corral de Oliverio Martínez aquí en Viña del Mar y después me fui a Santiago a trabajar con Delfín López y él me sacó la patente de cuidador.  Después me fui al corral de Francisco Castro donde gané mi primera carrera con la yegua “Muchedumbre” y con ese mismo ejemplar gané mi primera carrera Millenium en el Club Hípico”.

Recuerda sus inicios a la hora de los triunfos: “Me costó ganar mis primeras carreras pero después agarramos el hilito. Luego me vine a trabajar acá con Fresia García, con Oscar González, en Santiago con Alejandro Padovani, con Carlos Urbina y Luis Machulais. Y actualmente estoy con Gonzalo Vegas”.

En la jornada de este miércoles en el Valparaíso Sporting Club, Glenn Vergara sostuvo un feliz encuentro con su hijo Francesco: “Él vive en Santiago y yo en Viña del Mar. Lo veo los fines de semana y ahora me lo traigo para el verano. A él también le encanta la hípica desde chiquitito. Como es de familia hípica le encanta de guagua”.

Y así lo refrenda el niño que abraza con gran efusividad a su padre.