Hípica
“UNO TIENE QUE PEGARSE SUS PORRAZOS PARA SABER SI EL CORAZÓN SIRVE O NO SIRVE PARA SEGUIR MONTANDO”
- La sólida reflexión del jinete Felipe Solorza al completar casi un año en este oficio
El jinete Felipe Solorza va a cumplir un año corriendo y se siente feliz con el trabajo desarrollado, acumulando nueve victorias a la fecha.
Conversamos con él cuando dialogaba con sus amigos: “Estoy vinculado con la hípica desde chiquitito. Soy nacido y criado aquí en el Sporting porque mi familia es hípica”.
A sus 26 años y con 53 kilos de peso se mantiene con un físico privilegiado.
Su padre es el preparador Marcos Tapia: “Toda mi familia es hípica. Mi tío Edgardo Solorza también es hípico”.
“De todos se saca un poco. Lo bueno se rescata”, comentó a ser consultado como va adquiriendo experiencia como jinete viendo a sus restantes colegas de profesión.
Respecto de los riesgos de ser jinete Solorza señala con seguridad: “Desde cuando uno es empleado uno se empieza a caer. Este es un proceso de aprendizaje. Uno tiene que pegarse sus porrazos para saber si el corazón sirve o no sirve para seguir montando”.